sábado, 1 de diciembre de 2007

Harina de otro costal


El amor no se puede definir. Es imposible. Quizás tanto como otros sentimientos o adjetivos. Como se define el color rojo?

No me atrapa la idea de encontrar la punta del ovillo de una madeja muy enredada.

Ante ciertas preguntas, la respuesta es clara para mi:

Dios existe? No

Hay vida en otros planetas? No

Existe la magia negra? No

Existe el amor? Si.

Pero ojo, no hay una sola forma de amor y no jodamos con que el amor es puro y todas esas paparruchadas marketineras que solo sirve para mariachis insoportables, para pasa calles infames, para poema meloso de tarjeta. A veces cuando la balanza esta desbalanceada, se usa como manera de extorsión sin pudor.

En el mundo globalizado y capitalista están fijadas las fechas donde se debe mostrar cuanto se quiere o ama a alguien. Pero solamente los enamorados no se atienen a esas fechas y no dudan en demostrar su amor donde sea, cuando sea y como sea. Agudizando la imaginación o cayendo en la compra de bombones en alguna panadería del barrio.

Hace un tiempo, un tipo busco conmover mi corazón y que caiga rendida a sus pies muriendo de amor… o quizás no tanto… exagere un poco!

Creo que solo quería conmoverme. La cosa que en medio de una charla telefónica, pone de fondo un bolero de Luís Miguel. Lo agradecí, lindo detalle. Pero me fui.

¿Cómo se te ocurrió que me iba a conmover? Me di cuenta que no me habías escuchado, nada. Sino no se le hubiera ocurrido. Porque ni siquiera a el le gustaba!

Los seres humanos somos rebuscados, complicados, enroscados. Algunos más que otros.

Si el pibe pedía sexo directamente, me hubiera ido pensando que si al menos me hubiera cantado un bolero…

Será que me tenía que ir….

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