jueves, 9 de septiembre de 2010

Miradas fingidas
















Te entregué mi puño de verdades

que retrucaron tus mentiras negras

y patearon los silencios

de pocas palabras.


Me fui con aire ganador

del callejón mal oliente

donde los amores van

a caer en desgracias.

Tarareo soledades

que le sonríen.


Barajar.

Volver al juego.

Lejos de la cárcel

de tus miradas fingidas.