Me
miro a los ojos sin piedad.
Espejo
ciego
que
no devuelve nada.
Incertidumbre.
Angustia.
Dolor.
Arrebato
desesperado.
Arranco
mi carne a mordiscos
asqueada
por sentimentalismos novelados.
Apuñalada
por el sin sentido,
caigo
al abismo
de
mi boca muda.
Caníbal
de mi corazón enrevesado.
Soy
el monstruo que me acecha.
Trasmuto
en el fantasma que me asusta
hasta
hacerme vomitar.