
Tu ausencia durmió
en mi cama anoche,
y no me abrazó.
La soledad acarició
mi cabello erizado de hastío.
Me consoló
por las tenazas de miedos
de imposibles absolutos,
y por los recuerdos falsos
que respiran en la oscuridad.
Cuando el sol se atreve
a posarse en el verde travieso de tus ojos,
me pierde y me encuentro
en tu profundidad sin superficies.
El es el enigma indescifrable:
silencios de roca,
de laberintos de ausencias esquivas,
que invocan al brindis mortal.
Muto, me inmuto.
Me voy sin volver,
Saboreo lo que fue
y lo que nunca es.
Dolor sin lágrimas.
Sonrisas olvidadas
en tristezas de hoy
y lejanas.
Hojas de otoño
tiritan soledad
en los huesos del alma.
Aire raspando la garganta
de besos soplados
a la orilla de mi averno.
Cielo gris de atardecer
de domingo inerte
cubriendo este miércoles
de latidos lentos,
en las venas amuralladas
con el vacío existencial.
Pájaros
Pájaros ciegos
de picos hambreados
buscan su presa
a vuelo rasante
sobre la esperanza perdida.
Ansían mis labios
de carmesí opaco,
único color posible
después de vestir amarguras.
Arcoiris
A veces,
solo a veces,
quedo extasiada
mirando por la ventana
la lluvia de colores
de algún arcoiris lejano.
Puedo intuir mi sonrisa
reflejada en los ojos
que dicen sobre ese infernal
instante de felicidad
que se atrapa en un puño
antes de la puesta del sol.
Mis labios hacen la guerra fría
a tus manos en pecado
por hacerse ignorantes
a lo que sabe tu piel.
Boca en purgatorio
por lavar en agonías
los besos que guardo
debajo de la almohada de la alcoba
en son de frío invernal.
Crespón de luto
sobre el amor
que muerde las ganas
y llora perder lo que fue alguna vez.
Piel
que es solo una bolsa
de huesos triturados
por dolores insolentes,
de carne pulverizada
por recuerdos persistentes
de lo que fui
(¿o lo soñé?).
Coronada por un crespón
de luto inminente,
para que no escapen los deshechos
y contaminar tanta vida.
El 23 de enero cumplimos 13 meses desde la primera vez que vi a este maravilloso hombre que vino a enamorarme y a cambiar mi vida. Les muestro el regalo que me hizo.
Trece meses
Antes de ti
ocasos anunciados,
sentimientos oscuros
alimentaban mi ser.
Antes de ti
sórdidos caminos,
flagelaciones consentidas
eran mi estigma.
A partir de ti
los ocasos fueron
amaneceres,
los caminos
senderos perfumados.
A partir de ti
se enalteció la vida,
se iluminan nuestros
corazones
y nuestras almas
derraman amor.
Horacio
24/01/09
(Pd: el título del post es de un tema de una banca Argentina que se llamaba "Todos tus muertos", no es un lindo tema pero me pegó insistentemente en estos dias)