jueves, 26 de febrero de 2009

Noche de verano

















Detrás de la ventana

de soledades incipientes,

me rodean los cuervos

que engordan

con mis miserias,

Se filtraron,

como ventisca,

esta noche

apestada por el calor de la sordidez

que exuda mi piel.




3 comentarios:

José Ángel Corona dijo...

Y cuantas noches nos faltaran... y aún los cuervos engordan.

Nos vemos!

Angélica dijo...

Tu poema me trae a la mente la sensación de ahogo y desesperación. Como si algo estuviera amenazando a quien escribe.

Abrazos.

A

Anónimo dijo...

Qué fuerte este poema, intenso. Pero muy bueno. Agradado de volver por aquí.

Saludos!!