martes, 3 de febrero de 2009

Recuerdos





















Los ojos se enturbiaron
al rasgar el fondo de la botella
con las uñas del dolor.

Salió a la calle.
Corrió sin rumbo.
Se desangraba de vestiduras
indelebles a la lluvia
de lamentos oxidados.

Clavarse un cuchillo en la memoria
fortalece a las bestias del recuerdo.
Beber esas aguas negras,
no calman la sed
a los animales desbocados del olvido.

5 comentarios:

Luciano Doti dijo...

Beber para olvidar, hallar el ansiado consuelo en el fondo de una botella; tus letras evocan un drama eterno...

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Querer clavarle el cuchillo a la bestía. El problema es que no se donde habita.

Muy buen poema. Realmente evocador!

Chau!!!

Juan Carrizo dijo...

brillantes imágenes poéticas,delicadas expresiones (un drma pasional sin olvido) hey que matar a la bestia o recordar siempre

Anónimo dijo...

Es cierto las aguas negras no calman, enturbian los sentidos cuando mucho...

Buena alegoría!!

Saludos!!