martes, 20 de enero de 2009

Temblor

















El temblor del cuerpo temeroso

se resquebraja con esta puta soledad

que come y bebe de mi

a sus anchas.


Me lloro,

me duelo en este vivir

entre noches que solo saben culparme,

en días que llegan a remorderme

y me agotan hasta el alma.




2 comentarios:

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

A veces, uno tiembla del frío que le causan los miedos. El sueño es propicio para que aparezcan las pesadillas presentes y pasadas.

Hay que agarrar y domesticar todos los temores, ellos son comunes a todos nosotros. ¿Mal de muchos, consuelo de tontos?

La literatura los saca a luz y al verbalizarlos, se hace la catarsis. ¡Son muy útiles para los escritores! Sólo hay que saber sacarlos de su escondite.

Besos.

Anónimo dijo...

No es por nada, pero sería una delicia escuchar este texto con una buena pieza de Piazzolla como fondo.

Abraccio!