- ¿Y si voy a verte?
pregunté titubeando.
- ¿Y si te espero?
dijiste sonriendo.
Caminé por el atajo
que me llevaba directo
a tus besos lentos.
El perfume de otros tiempos,
donde nos sabíamos lindos
juntos los dos,
me guia y aprieta la garganta
a pura emoción.
Reencontrarnos.
Apuñalarnos con la mirada.
Abrazarnos.
Rompernos de amor.
Dolernos de anhelos
que aguardaban agazapados,
siempre listos para atacar.
Saborearnos a paso lento.
El tiempo se desangrará
a lágrima viva,
con sollozos espasmódicos,
hasta volvernos a ver.
Me llevo tu mirada
enredada en las manos.
Te dejé una caricia
para que atesores,
hasta otro encuentro insolente,
se atreva a despabilarnos de placer.
A la Soledad
No hay comentarios:
Publicar un comentario