miércoles, 6 de agosto de 2008

Mi ciudad












Late la ciudad prometida

detrás de los barrotes

de dolores que se oxidan,

por heridas que sanan

y vuelven a reverdecer.


Traspiran los ojos.

Lucha despiadada

del vacío inmenso

que no se atreve a saltar.


Sueño que envejece

en cada mañana nublada.

Mientras tanto, el tiempo anda

entre lágrimas, mates

y mi propia traición.





4 comentarios:

Anónimo dijo...

yeah! its much better,

Anónimo dijo...

Me gusta eso de mi propia traicion. Esta muy lindo. Espero verte pronto.

Gracia por tus comentarios...

Salud a mates...

Chau!

Nico dijo...

Estamos en presencia de un blog muy interesante. te felicito por tus lineas ....

Te agrego a mis links, da gusto estos espacios literarios.

Un saludo.
Niko

José Ángel Corona dijo...

Hermosa poesia, en su alma transpira y se refina como la sal.

Un placer, nos vemos!