martes, 25 de marzo de 2008

Demonios







Famélicos demonios

brotan de las alcantarillas.

Brazos desesperados

por tomar almas desprevenidas.

Pestilentes vahos

anestesian cuerpos

inyectándoles veneno.

Aquelarre fastuoso

de vencedores en sus chiqueros.

Marchamos ciegos

a tugurios miserables

a sucumbir.


sábado, 22 de marzo de 2008

Instantanea










Dormida en la esquina de tu espalda

siento el consuelo en mi boca.

Tu rocío baña mi cuerpo,

sacia el yugo gratificante.

Desfallecen los males

ante el abrazo envolvente,

como suspiros llevados al viento.

Fortaleza que me convoca

a desafiar a las estrellas

por la luz más seductora.

Instante efímero,

que muere.

Vuelvo a ser yo,

la de siempre.




lunes, 17 de marzo de 2008

Madrugada









Son más de las cuatro de la mañana. Desde hace un rato, me carcome el aburrimiento.

Salí al balcón a fumar otro cigarrillo.

Aire fresco.

Pocas luces en los edificios monocromáticos.

Silencio aterrador.

El semáforo de la otra cuadra, guiña en color amarillo permanente.

El motor de un auto se encapricho en no arrancar. Alguien no podrá volver a casa.

Un pibe pasa dibujando zetas en las veredas. Marioneta etílica destilando alguna melancolía.

Agua cae distraída y descuidadas en una terraza.

Empiezan a amontonarse desordenadas nubes grises, tapando las estrellas.

El cielo escupe algunos relámpagos al este de la ciudad.

La monotonía empieza a masticarme los dedos de los pies.



(Esta foto la saque yo, desde mi balcón, donde vi esta madrugada)




miércoles, 12 de marzo de 2008

Espejismo














Ojos cerrados

que proyectan la imagen

de paraísos siniestros.

Todo ángel es demonio

con tridente que inoculan

las más terribles miserias

humanas y celestiales.

Artefacto hambriento por sangre

de sufrimientos

que no sean de la carne.

Realidades que cachetean

a los imbéciles

que nos atrevemos

a los espejismos.





(Maravilloso cuadro de Xul Solar)




lunes, 3 de marzo de 2008

Llueve















Me despertó la lluvia.

Despabiló tu recuerdo

y la confusión

que me acosa hace varios días.

Verdades irremediables

que barrí debajo de la alfombra

de la entrada a mi morada

y me disfrace de ilusión.

Dormí una hora.

No amaneció.

La gotas de la lluvia

golpean en la ventana

y en coro con mi cabeza

dicen que me vaya

y vuelva a olvidar.