Domingo de horas lentas
que amanece entre el asfalto
empapado por el rocío
de una noche indiferente.
Quietud apretando la garganta.
Me ahoga.
Corro.
Escapo del silencio
concebido por lágrimas
y tristezas de melancolía caprichosa.
El domingo se resbala
entre horas inagotablemente confusas.
Pronto llegará la noche
a consolar mis heridas
vaciadas de un después.
1 comentario:
Hola,hoy tuvo un ataque de nostalgia y empece haber si alguien se acordaba de las figuritas brillantes que coleccionábamos las nenas.Entre a una pagina y estaba tu link. Pregunto ¿las poesias son obras tuyas? Están muy lindas. Me fije que no tenes el enlace de seguidores, para seguir tus publicaciones.Mi blog es menteimperfecta.blogspot.com,por si quieres visitarlo yo no soy poeta pero me gusta la literatura.saludos
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