
Ibas a cuestas de tu mirada taciturna
y a paso lento por tus dolores ancestrales.
No me atreví a romper el sortilegio
con alguna palabra.
Dejé que el pasado
te lleve con él.
Pero hoy quizás será por el sol
que despertó mis sentires de su hibernación.
O el viento que huele a tu piel,
O será esta canción
que me hizo resbalar en tu recuerdo
y caer en el deseo de respirar tu sabor,
palpar tus palabras
y verme tatuada en tu piel
entre sábanas arrugadas.
Vuelvo a las huellas.
Me encamino a tu portal
para emigrar a tus brazos,
agonizar en tus besos
y desfallecer sin miedo ante vos.
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