viernes, 12 de diciembre de 2008

Aburrimiento













El aburrimiento me espetó

a la vera de un camino sin pasión,

donde hoy tampoco amaneció.

Dicen que el sol se perdió

en la maraña de horas muertas

en los brazos estancados de los días.


Polvo de estrellas

interfieren en el lagrimal

de pretéritos dolores,

que me abrazan siempre,

antes de dormir.




2 comentarios:

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

El aburrimiento es capaz de todo, Sil.

A veces se mezcla con depresión y quedamos en el "horno".

Cuando no estés aburrida, date una vuelta por mi blog. Te voy a recibir con bombos y platillos.

Besos desde Asterión.

El payador dijo...

pero llegará ese día
en que el sol caliente las almas
entibie las necesidades humanas
y nos haga renacer en forma de milagro