Desde el
corazón
se oye la
melodía sinuosa
de un acordeón
melancólico
que respira
amores perdidos
en callejones
sin salidas
y exhala
sentires que se desvanecen
en el silencio
renegrido
de esta noche
sin estrella.
Notas
musicales
se entretejen,
lánguidos
en sones que
no envejecen
y duermen la
siesta
en brazos de
la soledad.