
Pincelada de sonrisas
cincelando el quebranto
del alma torturada
por un corazón
que no sabe de amar.
Lento acercamiento al limbo
donde mueren los sentires.
Soy la carcelera
que me lleva al cadalso.
La pena es dormir sueños
que no respiran
y vivir días que no piden nada.