
Dolor sin lágrimas.
Sonrisas olvidadas
en tristezas de hoy
y lejanas.
Hojas de otoño
tiritan soledad
en los huesos del alma.
Aire raspando la garganta
de besos soplados
a la orilla de mi averno.
Cielo gris de atardecer
de domingo inerte
cubriendo este miércoles
de latidos lentos,
en las venas amuralladas
con el vacío existencial.